Principios dietéticos para pacientes con gota
Dieta para la gota
Se deben limitar los alimentos ricos en purinas. En el pasado se han recomendado dietas libres de purinas o una restricción severa de alimentos ricos en purinas. Si bien se limitan las purinas, las proteínas también lo son. El consumo prolongado tiene un impacto negativo en la nutrición sistémica. Actualmente se recomienda determinar el contenido de purinas en la dieta según diferentes situaciones y limitar los alimentos con alto contenido de purinas. En la gota aguda, la cantidad diaria de purinas debe controlarse por debajo de 150 mg para evitar aumentar la ingesta de purinas exógenas. Está prohibido ingerir alimentos con alto contenido en purinas, como hígado, lomo, páncreas, sardinas, anchoas, branquias, caballa, salsa, camarones, caldo, lentejas, frijoles secos, etc.
(2) Limitar la ingesta de grasas. Para favorecer la excreción normal de ácido úrico, se recomienda utilizar una cantidad moderada o pequeña de grasas, generalmente controlada en unos 50 gramos al día. Al cocinar carne, primero debe blanquearla con agua, para que la purina de la carne pueda eliminarse parcialmente, reduciendo así la cantidad de purina en la carne. Al restringir las calorías totales, el peso del paciente cambiará, pero no es aconsejable perder demasiado porque una reducción repentina en la ingesta calórica puede provocar cetonemia. La excreción inesperada de cetonas y ácido úrico reduce la excreción de ácido úrico, lo que puede promover ataques agudos de gota.
(3) Añade una cantidad adecuada de hidratos de carbono. La principal fuente de calorías deben ser los alimentos vegetales, como harina, arroz, etc., pero no sobredosis porque el azúcar puede aumentar la producción y excreción de ácido úrico.