Cómo comer carambola
Comer crudo, exprimir jugo, hacer frutas en conserva o confitadas, remojar en vino y calentarlo para su consumo.
1. Cómelo crudo: Lavar la carambola, recortarle las esquinas, cortarla en rodajas o en forma de estrella de cinco puntas y comer directamente. También puedes añadir un poco de azúcar o sal para mejorar el sabor y evitar la oxidación y el ennegrecimiento.
2. Zumo: Lavar y cortar la carambola en trozos, ponerla en un exprimidor, añadir una cantidad adecuada de agua o leche, exprimirla hasta obtener zumo y beberlo. El jugo de carambola tiene un sabor agridulce y es rico en nutrientes como vitaminas y minerales.
3. Para hacer fruta en conserva o fruta confitada: lavar y cortar la carambola en rodajas, añadir azúcar, miel y otras materias primas para marinar y luego secar o dejar secar al aire. Las frutas en conserva y confitadas tienen un sabor ácido y dulce. Comerlas con moderación puede estimular el apetito y complementar el azúcar, las vitaminas y otros nutrientes que necesita el cuerpo humano.
4. Remojar en vino: Lavar y cortar la carambola en rodajas, introducirla en una botella de vino, añadir una cantidad adecuada de vino blanco o vino de arroz, sellar y dejar en remojo un rato antes de beber. El vino de carambola tiene el efecto de favorecer la circulación sanguínea y el cuidado de la salud.
5. Calentar y comer: Calienta carambola y otras frutas juntas para hacer macedonia o mermelada. También puedes cocinar carambola y carne y otros ingredientes juntos para preparar platos, como pollo frito con carambola y carambola guisada. Costillas de cerdo, etc. La carambola calentada tiene un sabor más suave y glutinoso, y sus nutrientes son más fáciles de digerir y absorber. Cabe señalar que el contenido de ácido oxálico en la carambola es alto, y su consumo excesivo puede causar cierta carga en los riñones, por lo que se debe consumir con moderación. Además, las personas alérgicas a la carambola deben evitar comer carambola y sus productos.