Libro electrónico ¿Cuántas flores conoces sobre las flores que caen en tus sueños?
--El cuarto viaje
Ese invierno, íbamos a regresar a nuestra propia casa en Gran Canaria después de vivir en Dana.
Se acerca el Año Nuevo y el agua azul y tranquila es cristalina en la bellísima playa artificial.
Joseph y yo nos sentamos en el borde del terraplén terminado, mirando y admirando este logro. La alegría que aporta el proyecto paisajístico no tiene comparación.
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Estuvimos sentados en la playa desde el anochecer hasta la medianoche. Era la víspera de Año Nuevo. Los fuegos artificiales estaban en plena floración, como un sueño en el cielo oscuro.
Se apagaron de manera brillante e ilusoria. ante nosotros en la cara.
La Explanada estaba repleta de gente feliz. Cuando el reloj dio las doce, José me tomó en sus brazos y me dijo: "Pide doce deseos. Repite las mismas doce palabras en tu corazón: 'Ojalá' Así, deseo así, deseo así, deseo así, deseo así, Ojalá, Ojalá, Ojalá, Ojalá--'".