Red de conocimiento de recetas - Industria de la restauración - ¿Cómo hacer tartas fritas en casa?

¿Cómo hacer tartas fritas en casa?

A la hora de hacer tartas fritas en casa, primero puedes preparar una olla, ponerle la harina, añadir una cantidad adecuada de bicarbonato y levadura, y luego derretirla con agua tibia. En este momento, también puedes agregar huevos o azúcar para mezclar según tu gusto. Después de agregar huevos o azúcar, el sabor será más suave. Después de mezclar la masa, tapar y fermentar. Cuando la masa haya subido al doble de su tamaño, estará lista. En este momento, amasa la masa sobre la tabla. Puedes poner un poco de harina o aceite en la tabla para evitar que se pegue. Luego enrolle en tiras largas y amase en pequeñas dosis. En pequeñas dosis es necesario redondear y dejar actuar unos minutos. Luego use un rodillo para extender una pequeña cantidad, pero no demasiado delgada ni demasiado gruesa, preferiblemente de tamaño normal, y luego use un cuchillo para cortar un pequeño agujero en el medio.

Después de dejar reposar unos minutos, calentamos la cacerola de aceite, añadimos una cantidad adecuada de aceite y cuando la temperatura del aceite sea la adecuada añadimos las tortitas y comenzamos a freír. En este momento, asegúrese de colocar las tortas de aceite una por una. Algunas tortas de aceite flotarán cuando se expongan al aceite caliente. En este momento, usa palillos para darle la vuelta varias veces para mantenerlo caliente uniformemente. Cuando ambos lados estén dorados, puedes sacarlo para controlar el aceite.

En este momento el bizcocho frito está listo para comer tras controlar el aceite. Huele fragante y crujiente, se puede decir que está crujiente por fuera y tierno por dentro. La mejor opción para el desayuno. Por lo general, conviene hacer pasteles fritos tú mismo al levantarte cada mañana. Tiene un sabor especialmente delicioso, buena textura, esponjoso y crujiente. Cómelo con leche de soja o papilla, es realmente delicioso y nutritivo. Si estás ocupado en el trabajo, puedes optar por hacerlo una vez a la semana o dos o tres veces al mes, con una docena cada vez. Después de congelarlo en el frigorífico, basta con sacarlo y calentarlo al comer. Se puede decir que es muy conveniente.