¿Cómo comer un palito francés?
Preparación: Cortar una baguette en rodajas. Picar el ajo, añadir un poco de mantequilla, un poco de sal, un poco de pimienta blanca (si no la tienes, ignórala). Mezcla bien y usa un cuchillo para esparcir uniformemente por ambos lados del pan. Después de precalentar el horno, mételo y hornéalo por un rato, y estará bien. El tiempo de horneado depende de la potencia del horno, normalmente unos minutos (el tiempo de horneado es menor, el pan quedará crujiente por todos lados y por el medio)
Recordatorio cálido: *No hay horno. Puede utilizar la función grill del microondas, el olor es ligeramente inferior.
*Si no tienes mantequilla, puedes usar aceite de maní común, pero no sabrá a mantequilla. Si quieres adelgazar, puedes utilizar aceite de oliva.
*Si no tienes baguettes, puedes buscar algo de pan de molde. En realidad, cualquier cosa que parezca pan está bien siempre que te guste. Los bollos de ajo al horno no son tan crujientes como el pan de ajo, pero tienen un sabor más suave.
Baguette, o baguette, también se conoce comúnmente en inglés como “baguette” o “pan francés”.
Este es uno de los alimentos básicos de la mayoría de la población en Europa actualmente. Es un pan largo elaborado con un proceso especial.
La producción de palos franceses requiere tradiciones y regulaciones estrictas. Primero, deben hornearse con masa sin grasa. En segundo lugar, deben hornearse y venderse el mismo día. Cuanto más fresca es la comida, más cara es. Si permanecen en espera durante más de medio día, el precio se desploma a la mitad.
La gente generalmente puede clasificar los palitos franceses según su longitud, lo crujiente de la piel y las líneas de corte. Su diámetro estándar es de unos 5-6 cm, mientras que su longitud varía de 80 cm a 1 metro. Un palo típico pesa 250 gramos. Cuando está recién horneado, si tocas su piel crujiente con los dedos, emitirá un sonido de "chirrido", que es muy bonito. Hacer palitos crujientes es una habilidad básica para casi todos los pasteleros occidentales en Europa. A la hora de ir a comer a un restaurante, además de los platos fuertes y el vino casero, el mejor criterio para juzgarlo es el bar francés. La barra francesa de cada restaurante sigue estándares uniformes y tiene sus propias características.