Red de conocimiento de recetas - Recetas gastronómicas - ¿A qué debes prestar atención cuando llega el verano?

¿A qué debes prestar atención cuando llega el verano?

El verano ya está aquí y debes recordar "cuatro cosas que debes y cuatro cosas que no debes hacer" en tu dieta.

Después de entrar en el verano, las tormentas eléctricas aumentan, la temperatura aumenta significativamente, el metabolismo del cuerpo humano se acelera, el consumo de energía es grande, la sudoración es fácil y se pierden trazas de nutrientes como el agua y las vitaminas solubles en agua. Las altas temperaturas también reducirán la secreción de jugos digestivos en el cuerpo humano. En comparación con otras estaciones, el apetito tiende a disminuir. Por lo tanto, debemos organizar el tiempo de descanso de manera razonable, complementar la nutrición a tiempo y lograr los "cuatro deberes y cuatro no hacer" en la dieta.

1. Consuma frutas y verduras todos los días, no grasosas.

Hay muchos tipos de verduras y frutas en verano y son ricas en nutrientes. Melón amargo común, melón de invierno, tomate, lufa, calabaza, pepino, sandía, etc. Existen en el mercado funciones de enfriamiento y alivio. En particular, las frutas y verduras de color oscuro, como las zanahorias, los mangos y los tomates rojos y amarillos, son ricas en vitaminas, minerales y fitoquímicos beneficiosos para la salud. Comerlos todos los días puede aumentar la inmunidad, beneficiar la salud cardiovascular y prevenir el cáncer. Si come demasiada comida grasosa, aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal. Las personas se sentirán hinchadas, no querrán comer y se sentirán cansadas, así que tenga cuidado.

2. Bebe más agua y evita las bebidas azucaradas.

El agua es la sustancia más abundante en el cuerpo humano, representando aproximadamente entre el 60% y el 70% del peso corporal de un adulto. La mayoría de las sustancias de la sangre también son agua, y los tejidos y órganos como los músculos, los pulmones y el cerebro también contienen grandes cantidades de agua. El agua también desempeña un papel en el transporte de materiales, la regulación de la temperatura corporal y la lubricación del cuerpo. Por eso, bebe más agua cada día. Beba más sorbos de agua hervida o beba té verde, sopa de frijol mungo o sopa de ciruela agria para saciar su sed. Beber más sopa en verano también puede ajustar el sabor y aumentar el apetito. Los estudios han encontrado que el consumo excesivo de bebidas azucaradas puede tener efectos negativos para la salud al aumentar el riesgo de caries y obesidad. Es mejor no beber bebidas azucaradas o beber menos.

3. Consuma alimentos cocinados, no fríos.

En verano, a la gente suele gustarle comer frutas, mariscos y otros alimentos crudos. La temperatura es alta en verano y son propensas a reproducirse diversas bacterias y parásitos. Si no prestas atención a la higiene de los alimentos, especialmente si comes alimentos antihigiénicos en los puestos de los "tres noes", es probable que te enfermes. Todos deberían tener cuidado. A algunas personas les gusta beber un gran plato de cerveza fría o bebidas heladas en un día caluroso. Este comportamiento refrescante "irritante" estimulará el bazo y el estómago, afectará la secreción de jugo gástrico, reduciendo así el apetito y provocando enfermedades gastrointestinales como indigestión, anorexia, dolor abdominal y diarrea. Además, aunque los alimentos fríos pueden aliviar temporalmente la sequedad y el calor, la estimulación del frío puede hacer que las glándulas salivales, la lengua y los nervios gustativos y los nervios periodontales se enfríen rápidamente o incluso se paralicen, irritando la garganta y provocando reacciones adversas como faringitis o dolor de muelas. Relajémonos.

4. Duerme lo suficiente y no te quedes despierto hasta tarde.

Después de un largo verano, anochece tarde y amanece temprano. Las personas tienden a acostarse tarde y levantarse temprano, lo que resulta en un sueño insuficiente y siestas frecuentes durante el día. Deberíamos seguir los cambios en términos solares, vivir una vida normal y dormir lo suficiente. Si es posible, lo mejor es tomar una siesta al mediodía, especialmente en el caso de las personas mayores, para complementar su sueño. Las personas que no están acostumbradas a tomar una siesta al mediodía pueden escuchar música o cerrar los ojos para asegurarse de estar llenas de energía y tener la fuerza física suficiente.