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¿Cómo dañan los vasos sanguíneos el fumar y beber a largo plazo?

Fumar puede dañar las células endoteliales vasculares, provocando la aparición de enfermedades como aterosclerosis, enfermedades coronarias, aneurismas y otras enfermedades. Fumar puede dañar las células endoteliales vasculares, activando así la función plaquetaria, provocando agregación y adhesión plaquetarias, provocando estenosis de la luz vascular e incluso trombosis, lo que provoca oclusión vascular y provoca graves consecuencias. Fumar también puede afectar el metabolismo de los lípidos en sangre, provocar vasoespasmo o contracción y acelerar la aparición de esclerosis vascular. El tabaquismo y el tabaquismo pasivo son una de las principales causas de enfermedad cardiovascular y un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular. El riesgo de enfermedad cardiovascular de las personas aumenta a medida que aumenta el número de veces que fuman y el número de años que fuman, e incluso si fuman sólo una pequeña cantidad por día o sólo están expuestos al humo de segunda mano, su riesgo de enfermedad cardiovascular aumenta significativamente.

Un gran número de estudios han demostrado que fumar puede provocar cambios ateroscleróticos en los vasos sanguíneos, estrechar la luz de los vasos sanguíneos, poner la sangre en un estado de hipercoagulabilidad y aumentar el riesgo de trombosis aguda. El tabaquismo también afecta a otros factores de riesgo cardiovascular, como hiperlipidemia, diabetes, enfermedad renal crónica, etc., y tiene un efecto sinérgico con los factores de riesgo. La hipertensión a largo plazo también puede provocar daño de la íntima de las arteriolas cerebrales, degeneración hialina, depósito de lípidos y aumento de la fragilidad de la pared, haciéndolas más susceptibles a la rotura y el sangrado. Los factores que causan la hipertensión también son diversos, pero uno de los factores importantes es la dieta, como el consumo excesivo de sal y colesterol, una dieta poco razonable, la obesidad, fumar y beber, etc.

¡El abuso de alcohol aumenta el riesgo de enfermedad cerebrovascular! Porque el alcohol no sólo estimula directamente la pared de los vasos sanguíneos, haciendo que los vasos sanguíneos pierdan elasticidad, sino que también estimula el hígado, promueve la síntesis de colesterol y triglicéridos y, en última instancia, conduce a la arteriosclerosis. Al mismo tiempo, también puede provocar rotura de vasos sanguíneos y hemorragia cerebral. Se desconoce el mecanismo exacto por el cual aumenta la presión arterial durante el consumo de alcohol, pero puede estar relacionado con la estimulación simpática, el aumento del gasto cardíaco y la liberación indirecta de renina y otras sustancias vasoconstrictoras.

Además, beber durante mucho tiempo puede causar daño a las células del miocardio, agrandar el corazón y desarrollar miocardiopatía. Por ello, los expertos aconsejan que no se debe disuadir a niños y adolescentes de beber alcohol. Las personas con presión arterial alta y otras enfermedades cardiovasculares deben evitar el consumo de alcohol. Los adultos que tienen el hábito de beber deben limitar la cantidad que beben. No más de uno o dos vasos de licor al día. En vacaciones o cuando se reúne con familiares y amigos, puede beber cantidades moderadas de vino bajo en alcohol, pero debe controlar la cantidad de alcohol que bebe.