¿Necesitas regar el repollo rallado? ¿Cuál es el método de producción específico?
Por supuesto, debemos filtrar el agua, de lo contrario nos costará más saborearla. También es muy sencillo de hacer. En primer lugar, debemos romper el repollo con las manos y cortarlo en tiras. A continuación, debemos poner un poco de aceite en la olla y hervir el repollo en nuestra agua. Esto eliminará parte del amargor del repollo y luego sabrá mejor cuando esté frío.
Pasos concretos: 1. Hervir el agua en la olla, añadir unas gotas de aceite de cocina y añadir la col rallada.
2. Blanquear el agua durante unos 30 segundos y retirar. Si cambia de color, enjuáguelo rápidamente con agua fría para que se enfríe, de modo que las verduras escaldadas tengan un sabor más crujiente y el color no se oscurezca.
Para muchas personas, la ensalada de repollo es deliciosa cuando se come cruda, pero será más saludable e higiénica después de esterilizarla con agua hirviendo. Las personas con problemas gastrointestinales graves no temen a la diarrea.
3. Añade 20 gramos de aceite vegetal a la olla. Cuando la temperatura del aceite esté 70% caliente, saca la sartén y vierte el aceite caliente sobre los chiles secos, y el sabor picante explotará.
4. Coloque el repollo rallado en una olla más grande, vierta la cabeza aromática, luego vierta el jugo preparado y revuelva la olla uniformemente.
Nota: El tiempo de escaldado no debe ser demasiado largo, de lo contrario el sabor no quedará lo suficientemente crujiente.
La col blanqueada hay que enfriarla rápidamente para evitar que la col se ablande y pierda su sabor crujiente.
Por eso lo mejor es dejar en remojo la col rallada en agua durante unos 5 segundos. Blanquearlo durante un corto período de tiempo no afectará la textura crujiente. No solo puede eliminar el sabor verde de las verduras, sino que también tiene un sabor más delicioso, conservando los nutrientes del repollo al máximo.
Por último, sólo tienes que añadir algunos de tus condimentos favoritos, mezclar bien y comer. Cortar la col en tiras, ponerla en una olla y cocerla, luego blanquearla en agua hirviendo y sacarla. No escaldar la col durante mucho tiempo para evitar que la col rallada pierda actividad nutricional y afecte su textura crujiente.