La práctica de la alfalfa fría
1. Primero debemos preparar algunas materias primas, cierta cantidad de alfalfa, ajo, pimienta, sal, aceite de cocina, salsa de soja, chile en polvo y aceite de sésamo.
2. Primero, lave cuidadosamente la alfalfa que extrajimos. Antes de lavarla, asegúrese de buscar unas tijeras y recoger las raíces de la alfalfa. A la hora de hacer alfalfa fría, será mejor que elijamos los brotes de alfalfa, porque quedan más tiernos y saben mejor. La alfalfa lavada debe blanquearse y se puede agregar un poco de sal durante el proceso de escaldado.
3. Trituramos los ajos que preparamos y los cortamos en ajos picados. En este momento también es necesario blanquear la alfalfa. Vamos a sacar la alfalfa blanqueada y conservar la humedad que contiene. A continuación, agregaremos una cantidad adecuada de aceite de cocina a la olla y luego pondremos el chile preparado en la olla. Una vez que haya explotado el aroma, vertemos el aceite y el chile directamente sobre la alfalfa.
4. Busque un tazón pequeño, coloque la pasta de ajo preparada, la sal y el chile en polvo en el tazón pequeño y revuelva uniformemente. Si tienes otros ingredientes favoritos, también puedes agregarlos, luego agregarlos a la alfalfa y revolver bien antes de servir.
¿No es muy sencilla la ensalada de alfalfa? Al preparar alfalfa fría, agregar algunos otros ingredientes deliciosos puede ayudar a que la alfalfa fría sepa mejor. Puedes elegir otros ingredientes para condimentar, como pasta de sésamo, o añadir un poco de vinagre. Además, la alfalfa es un alimento frío, por lo que las personas con el bazo y el estómago débiles deben consumirla con precaución.
Lectura ampliada: Cómo hacer alfalfa