¿Cuál es la naturaleza de la ola de quiebras?
1. Posicionamiento
En el pasado, la demanda en el mercado de la restauración era fuerte y la oferta y la demanda de los restaurantes estaban básicamente equilibradas. El mercado de la restauración está dominado por las tiendas. Mientras los productos y servicios sean buenos, habrá clientes para todo. Hoy en día, cuando el mercado de la restauración tiene un grave exceso de oferta, el posicionamiento en el mercado debe ser preciso para sobrevivir. Una vez que haya una desviación, morirás.
El posicionamiento en el mercado del catering incluye principalmente cinco aspectos: fuente de clientes, ubicación, producto, precio y entorno. Estos cinco aspectos están principalmente centrados en el cliente: la ubicación es la base, el producto es la clave, el precio es el apalancamiento y el medio ambiente es la firma.
Para un catering exitoso, ¿quién es el cliente primero? ¿Qué tipo de clientes son, trabajadores administrativos, estudiantes, empresarios, inmigrantes o residentes cercanos? Su nivel de consumo y capacidad de pago son altos, bajos o medios. ¿Dónde eligen comer estos clientes? Según las necesidades de los grupos de clientes identificados, configure productos según el poder adquisitivo, seleccione direcciones según la orientación de movilidad de los clientes y, finalmente, cree un entorno basado en las preferencias de los clientes.
Sólo cuando el posicionamiento en el mercado se haga bien entrarán en juego mecanismos operativos específicos como la gestión, el equipo y el marketing. De lo contrario, será poner el carro delante del caballo.
Más del 90% de los restaurantes que han cerrado en los últimos años se debe al posicionamiento.
2. Productos
Ante la grave homogeneidad de productos en la restauración, es difícil que nuevas tiendas sin marcas ocupen el mercado apoyándose únicamente en la calidad y el sabor. Las características no respaldadas por las marcas son el principal motivo del cierre de algunas tiendas.
¿A qué tienda eligen ir los clientes y qué comen?
Todos tenemos un reactor interno sensible. Todos los pensamientos y tentaciones ajenas deben ser aceptados o rechazados a través del reactor. Por ejemplo, no importa cuán deliciosa sea la comida, su tentación para una persona que acaba de comer se reducirá considerablemente. Los platos no han cambiado, las necesidades son diferentes y las respuestas son diferentes. ¿Por qué a algunos restaurantes les va tan mal? Los productos de estos restaurantes no estimulan el sensible reactor interior de los consumidores, es decir, los clientes no lo sienten. Sólo impresionando el reactor interno del cliente y haciendo que quiera comer obtendrás el doble de resultado con la mitad de esfuerzo.
Por lo tanto, para crear un producto, primero debe encontrar las necesidades y los puntos débiles de los clientes, e impresionarlos con sus puntos de valor intrínsecos, en lugar de simplemente dejar que el jefe le dé palmaditas en la cabeza.
3. Crisis financiera