Introducción a la tesis del fruto pitaya 108
2. En el otoño dorado, los frutos son fragantes. Hay uvas moradas, naranjas amarillas... de todo en el huerto, lo que me deslumbra. Lo que más me gusta comer es la fruta del dragón. El color de la fruta del dragón es rojo y es tan grande como una bola. Si miras de cerca, hay algunas hojas pequeñas como hojas de sauce que crecen en la capa de la fruta del dragón. En la parte superior de la fruta del dragón, hay un agujero negro cóncavo, que parece un rastro dejado después de una erupción volcánica. Se siente desigual. Pelé la piel de la fruta del dragón hacia afuera y me costó mucho pelarla. Hay una pulpa suave y blanca en el interior, con pequeños puntos negros como sésamo incrustados en ella. Una ligera fragancia llega a mi nariz y tengo muchas ganas de babear. Después de un rato, le di un mordisco. Era suave, dulce y tenía un sonido de "clic", lo cual fue realmente interesante. La fruta del dragón es deliciosa y me deja un regusto interminable.
3. Hoy mi padre me compró una pitahaya en el supermercado. La fruta del dragón es rosa y parece una bola de fuego ardiente cuando se ve desde un lado, y parece una hermosa flor roja cuando se ve desde abajo. Cuando llegué a casa, no podía esperar para instar a mi padre a que cortara la fruta del dragón y se la comiera. Nunca he comido fruta del dragón, así que fue un poco nueva para mí. Cuando abrí la fruta del dragón, había muchas semillas pequeñas de sésamo en su interior, lo que me hizo sentir aún más curiosidad. Tomé la fruta del dragón de la mano de mi padre y la sostuve en mi mano, tan emocionada como un pollito recién nacido. Pedí una boca grande, y las pequeñas semillas de sésamo llenaron mi boquita, crujientes, le di un mordisco, dulce, colorida, y un sabor un poco refrescante pasó por mi boquita. Después de un rato, me pusieron una fruta del dragón en el vientre, que se volvió pesado. Estoy muy feliz hoy