En el camino de la vida, me he detenido y no quiero irme. ¿Qué debo hacer?
El camino de la vida nunca se detiene solo porque no quieres irte. Al igual que el tiempo, muchas personas esperan que pueda detenerse, pero aún así avanza sin parar. La vida puede estar un poco impotente. Si cambias tu perspectiva, descubrirás que el sol es perfecto y las flores están floreciendo. Mientras estemos vivos, no importa lo que nos depare el futuro, no importa por qué quieras detenerte, seguirás encontrándote. Lo que deberías encontrar. Entonces sé valiente y sonríe. Tal vez algún día, cuando seas un abuelo arrugado o una anciana, estarás feliz de que la sonrisa alguna vez haya dejado huellas en tu rostro. Vamos, trabaja duro. /p>