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Lectura y escritura de segundo grado: camarones y champiñones chinos

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Tema: Camarones y champiñones.

Sobre una mesa cubierta con diversos ingredientes, una madre sonrió y presentó un nuevo plato a sus hijos: champiñones rellenos de gambas.

“Mira, los protagonistas de este plato son las gambas y los champiñones. Primero debemos pelar las gambas y luego batirlas hasta obtener una pasta de gambas con el dorso de un cuchillo. , dejando las sombrillas de champiñones como recipiente. Después de eso, coloque la pasta de camarones en la sombrilla de champiñones, de modo que cada champiñón se llene con pasta de camarones", dijo la madre, demostrando cada paso.

El niño observaba atentamente cada movimiento de su madre, luego se lavó las manos y comenzó a hacer sus manos como las de su madre. Aunque sus movimientos eran torpes, sus ojos estaban llenos de concentración y entusiasmo.

Al ver los esfuerzos del niño, la madre sonrió y lo animó: “Bien hecho, inténtalo de nuevo”.

El niño sonrió feliz y continuó haciendo su trabajo. Con cuidado llenó cada champiñón con pasta de camarones y luego untó cuidadosamente cada champiñón con aceite.

Finalmente, la madre encendió la estufa de gas, puso la olla al fuego y echó una cantidad adecuada de aceite. Una vez que el aceite está caliente, agrega suavemente los champiñones rellenos de camarones a la sartén, revolviéndolos con cuidado con una espátula para que no se quemen.

Después de un rato, un olor a fragancia llegó a mi nariz. Cuando sacaron de la olla los champiñones rellenos de camarones, el niño no pudo resistir la tentación y los probó en secreto.

"¡Vaya, mamá, lo que hice está delicioso!", gritó emocionado.

Madre le sonrió con los ojos llenos de orgullo y satisfacción. Ella sabe que este pequeño éxito inspirará a los niños a explorar y aprender más en el futuro.

Después de este tiempo de cocinar juntos, los niños se han vuelto más seguros e independientes. Comenzó a experimentar con otras recetas, a aprender nuevas técnicas de cocina y estaba dispuesto a compartir sus esfuerzos culinarios con familiares y amigos.

La madre también se dio cuenta de que a través de tales actividades, no solo les enseñaba a sus hijos una habilidad para la vida, sino que también cultivaba su confianza en sí mismos y su creatividad. Este tipo de interacción y cooperación entre padres e hijos hace que su relación sea más estrecha y permite a los niños aprender muchas experiencias valiosas en la práctica.

A medida que pasó el tiempo y el niño creció, comenzó a demostrar sus talentos culinarios en eventos escolares y comunitarios. Usó sus acciones para demostrar que con suficiente entusiasmo y trabajo duro, cualquiera puede aprender a cocinar y crear comida deliciosa.

Este es un momento maravilloso para que padres e hijos cocinen juntos. Los niños no sólo aprendieron a cocinar un plato, sino que también ganaron confianza y una sensación de logro. Esta pequeña experiencia quedará en su memoria para siempre y se convertirá en un recuerdo precioso de su crecimiento.