¿Qué es la sequedad otoñal?
La sequedad otoñal es una enfermedad que se produce cuando las personas sienten sequedad en otoño. La sequedad otoñal se divide en suave y fresca. La "sequedad cálida" ocurre a principios de otoño, cuando el calor del verano no ha disminuido. Y el "secado en frío" comienza cuando el clima se vuelve frío a finales de otoño. Actualmente, el "secado" es sólo el comienzo. Cuando me despierto por primera vez, a menudo noto calor corporal, dolor de cabeza, boca seca, garganta seca y secreción nasal. Necesito comer un poco de jengibre y azufaifa para protegerme del frío. La sequía otoñal se divide en partes superior e inferior. El tracto respiratorio y los intestinos se ven afectados fácilmente por la sequedad otoñal. Los niños tienen más probabilidades de sufrir sequedad y los ancianos tienen más probabilidades de sufrir sequedad. Los síntomas de sequedad superior incluyen tos, hemorroides, sangre en las heces, etc. Sangrados nasales, garganta seca, etc.
La sequedad otoñal bajo ZAO se manifiesta como estreñimiento, hemorroides, sangre en las heces, etc.
Síntomas comunes de la sequedad otoñal
Tos seca, menos flema, úlceras en la lengua, piel seca, estreñimiento y sequedad de boca y nariz. En esta estación seca del otoño, el cielo y el hombre se corresponden. Cuando la garganta y la boca se sienten secas, se nos recuerda hidratar la garganta para prevenir la sequedad.
Cómo prevenir eficazmente la sequedad otoñal
Ejercicio moderado: Como dice el refrán, "Los complementos medicinales no son tan buenos como los complementos alimenticios, y los complementos alimenticios no son tan buenos como el ejercicio". El ejercicio es la forma más sencilla y eficaz de lograr la salud. El entrenamiento aeróbico es más adecuado para los deportes de otoño, como correr, caminar, escalar, etc. Es recomendable hacer ejercicio durante más de media hora.
Presta atención a tu alimentación: Consume más alimentos calientes en otoño, como semillas de sésamo, nueces, arroz glutinoso, etc. También puedes comer más frutas y verduras que sean picantes, ácidas, hidratantes o calmantes para los pulmones, especialmente peras y tomates.