¿Qué alimentos se pueden almacenar durante un año y seguir sabiendo y oliendo tan frescos como siempre?
Echemos un vistazo hoy. Primero, limpie las hojas de perilla recolectadas, agregue sal y bicarbonato de sodio y déjelas en remojo durante diez minutos. Después de remojar, lave continuamente con agua limpia, al menos dos o tres veces, limpie y escurra, recoja y cubra en un escurridor, y luego colóquelo en un lugar fresco y con ventilación natural para secar el agua. Tenga cuidado de no secarlo al sol, de lo contrario la fragancia de las hojas de perilla se debilitará mucho. Las hojas de perilla no deben secarse demasiado, solo alrededor del 70%. Se siente suave y resistente en la mano, lo cual es un buen estado. Luego prepara un trozo de jengibre con anticipación y córtalo en rodajas para usarlo más tarde. Si te gusta la comida picante, también puedes cortar unos chiles secos. Y poner más sal comestible en la olla grande de hojas de perilla. Se recomienda poner más sal comestible para que se pueda conservar por más tiempo.
Originalmente es un plato que se utiliza para condimentar, y el sabor salado no tiene nada que ver. Añadir una cucharada de azúcar no sólo realza el aroma de las hojas de perilla, sino que también lo suaviza mejor. Finalmente, agregue la espuma de jengibre y el ají seco, amase en trozos pequeños y luego amase bien hasta que la superficie de las hojas de perilla vuelva a estar cada vez más húmeda. Luego guárdalo en una botella sellada al vacío y no se estropeará durante un año. Si tienes una bolsa ziplock en casa, también puedes usarla en forma de bolsa ziplock y guardarla en el frigorífico. Es conveniente comer cuando sea necesario, y el aceite de maní no se estropeará siempre que no entre en contacto con agua fría. El sabor y aroma frescos de las hojas de perilla almacenadas de esta manera se pueden conservar bien durante la cocción y saben igual que frescas. Los amigos a los que les guste comer hojas de perilla deben guardarlas y probarlas. ¡Hasta la próxima!