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¿Había chocolate en la antigua China?

Shokorat

Esta es una transliteración de la palabra extranjera chocolate. Su principal materia prima son los granos de cacao (frutos parecidos al coco que florecen y dan frutos en los troncos de los árboles). Sus orígenes son muy tempranos. Comienza con Moctezuma, el último emperador de la dinastía Astica en México. Era una sociedad que adoraba al chocolate en aquella época. Le gusta agregar pimienta de cayena, pimienta, vainas de vainilla y especias a la bebida para hacer burbujas, y bebe 50 CC de una taza dorada todos los días. Esta era una bebida que pertenecía a los miembros de la corte real. Su nombre científico, Theobroma, significa "Bebida de los Dioses". Se considera un valioso cardiotónico y diurético. Activa las enzimas que degradan las proteínas del jugo gástrico y ayuda a la digestión.

El primer chocolate tuvo su origen en los antiguos indios de México. Es un alimento que contiene cacao en polvo. Su sabor es amargo y picante. En 1526, el explorador español Cortés lo trajo de regreso a España y se lo presentó al rey en ese momento. Esto hizo que los europeos lo consideraran un éxtasis, lo que desató una locura. Posteriormente, alrededor del siglo XVI, los españoles hicieron que el chocolate fuera "dulce". Mezclaron cacao en polvo y especias con jugo de caña de azúcar para crear una bebida dulce. En 1876, un suizo llamado Peter fue ingenioso y añadió un poco de leche a la bebida mencionada, completando todo el proceso de creación del chocolate moderno. Pronto se pensó que el chocolate líquido se deshidrataría y concentraría en barras de chocolate que podrían transportarse y almacenarse fácilmente. En 1828, Van Houten de Holanda tuvo la idea de eliminar 2/3 de la grasa para hacer cacao que fuera fácil de beber. A finales de 1919, Daniel Peter inventó la adición de leche al chocolate, que es el prototipo del chocolate actual.

Conocimiento farmacológico del chocolate

El chocolate contiene más de 300 sustancias químicas conocidas. Durante cientos de años, los científicos han analizado y experimentado con estas sustancias una por una, y en el proceso han seguido descubriendo y demostrando los vívidos efectos farmacológicos de varios ingredientes del chocolate en el cuerpo humano.

El chocolate es un protector natural contra las enfermedades cardíacas.

El chocolate es rico en compuestos fenólicos de múltiples fuentes, lo que juega un papel considerable en la prevención de la oxidación o acumulación de sustancias grasas en las arterias humanas.

El síntoma principal de las enfermedades cardíacas es la enfermedad coronaria, que suele estar causada por la oxidación del LDL (lipoproteína de baja concentración) en la sangre humana y la formación de obstáculos, provocando así una obstrucción cardiovascular.

Los compuestos fenólicos del chocolate no solo pueden evitar que la grasa del chocolate se pudra y se vuelva amarga, sino que también pueden ser absorbidos rápidamente por los vasos sanguíneos después de ser ingeridos en el cuerpo humano. Aumenta significativamente y rápidamente ejerce poderosos efectos antioxidantes, previniendo la oxidación del LDL e inhibiendo la actividad plaquetaria en los vasos sanguíneos. Estos subcomponentes desempeñan un papel importante en el mantenimiento de un flujo sanguíneo fluido en los vasos sanguíneos del cuerpo.

Los nutricionistas han demostrado que las frutas, verduras, vino tinto, té y otros alimentos vegetales contienen compuestos fenólicos antioxidantes naturales.

Las fresas tienen la mayor capacidad antioxidante entre las frutas, pero el contenido de antioxidantes del chocolate es 8 veces mayor que el de las fresas.

50 gramos (una onza) de chocolate y 150 gramos (tres onzas) de buen vino tinto son básicamente equivalentes.

Los experimentos demuestran que proviene de:

Andrew Waterhouse es un experto en cultivo de uvas y elaboración de vino en la Universidad de California.

Penny Kris-Etherton, Profesora de Nutrición, Universidad de Pensilvania

Profesora, Facultad de Nutrición, Universidad de California, Instituto de Medicina Interna.

César Fraga, Catedrático de Química Física, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires.