¿Cómo cuidar a los pacientes después de una cirugía de disección aórtica?
Un control inadecuado de la presión arterial o un esfuerzo físico extenuante pueden provocar una mayor progresión o sangrado por rotura de la disección. Mantenga una buena actitud. Haga ejercicio moderado y evite el ejercicio extenuante; mantenga un buen estilo de vida, lleve una dieta baja en sal y grasas, tome medicamentos con regularidad y trate enfermedades crónicas como la diabetes y la hiperlipidemia. También es necesario mantener los intestinos y los intestinos limpios y comer más frutas y verduras. La CTA se revisará periódicamente 1 mes, 3 meses, 6 meses y 1 año después de la cirugía.
Poner un tensiómetro en casa y medirnos la presión arterial con frecuencia, sobre todo cuando tenemos más de cuarenta o cincuenta años y somos propensos a la hipertensión arterial. Debemos prestar atención al control de la presión arterial. Estos pacientes suelen tener más de 60 y 70 años. Después de un uso prolongado, la pared aórtica se calcifica gravemente y pierde su elasticidad. Algunos pacientes nacen con paredes aórticas poco desarrolladas. Pacientes como estos tienen más probabilidades de desarrollar una disección aórtica grave a una edad más temprana. Evite esfuerzos excesivos como defecación, tos intensa, etc. en la vida diaria.
La dieta debe ser ligera y fácil de digerir, alimentos líquidos o semilíquidos ricos en vitaminas; fomentar el consumo de agua y orientar a los pacientes a comer más frutas frescas, verduras y alimentos con fibra cruda y el uso regular de laxantes; puede considerarse para mantener las heces suaves. La aorta es el principal vaso sanguíneo del cuerpo. Soporta la presión directamente de los latidos del corazón y tiene un gran flujo sanguíneo. La disección aórtica destruye la pared de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar la rotura de los vasos sanguíneos, una hemorragia intratorácica grave o un taponamiento cardíaco, que pone en peligro la vida. Cuando la disección aórtica se extiende a otras partes, provocará la oclusión de las ramas arteriales, lo que provocará isquemia del corazón, el cerebro, las extremidades superiores, las extremidades inferiores, los riñones, los intestinos y otros órganos. También puede afectar la válvula aórtica y provocar una enfermedad cardíaca aguda. insuficiencia.