Síntomas clínicos de la pleuroneumonía contagiosa bovina.
Tipo agudo: La temperatura corporal inicial se eleva a 40-42°C, las fosas nasales se dilatan, la nariz se aletea y aparece secreción nasal serosa o purulenta. Alta dificultad para respirar, respiración abdominal y tos breve, silenciosa o dolorosa. Las patas delanteras están bien abiertas y al perro le gusta estar de pie. Se puede observar rumia lenta o desaparición, cianosis de la mucosa y temblores de los músculos de la cadera o del hombro. El pulso es fino y rápido, de 80 a 120 veces por minuto. Reducir el edema en el pecho y la parte baja del cuello. Hay un sonido sólido y dolor a la percusión torácica; los sonidos alveolares se debilitan durante la auscultación; cuando el derrame pleural es intenso, hay matidez a la percusión. Si la condición empeora, será extremadamente difícil respirar, la vaca enferma gemirá, echará espuma por la boca, se le estirará el cuello, su temperatura corporal bajará y eventualmente morirá asfixiada. El curso de la enfermedad es de 55 a 8 días.
Tipo subagudo: Sus síntomas son similares a los del tipo agudo, pero el curso es más largo y los síntomas no son tan evidentes y típicos como el tipo agudo.
Tipo crónico: La vaca enferma queda demacrada, muchas veces acompañada de tos cancerosa, y el pecho es palpable y sensible. En las antiguas zonas epidémicas, el ganado vacuno es más común, lo que provoca inmunidad reducida, disfunción digestiva y apetito errático. Algunos no presentan síntomas clínicos pero son portadores del virus durante mucho tiempo y se mezclan fácilmente con la tuberculosis. . El curso de la enfermedad dura de 2 a 4 semanas y, en algunos casos, más de medio año.