Tres consejos para mantener fresco el jengibre
1. Remojar en agua ligeramente salada
Prepara un poco de agua ligeramente salada, remoja el jengibre en el agua durante unos 15 minutos y luego límpialo con un paño. papel, de lo contrario el jengibre se pudrirá. El agua de la superficie del jengibre debe secarse y luego colocarse en un lugar ventilado para dejar que sople el viento durante un día. Después de colocar el jengibre, envuélvelo en film transparente para que no tengas que preocuparte de que el jengibre se seque o se pudra y puedas almacenarlo por mucho tiempo.
2. Enterrar el jengibre en la tierra
Todos sabemos que el jengibre crece en la tierra, por lo que volver a colocarlo en la tierra también es una buena forma de conservar su frescura. Sin embargo, cabe señalar que el barro no es muy sólido y debe ser tierra suelta, por lo que el jengibre encurtido será mejor y será menos probable que eche raíces y brotes.
3. Método de remojo en vino blanco
Compra jengibre, límpialo, retira todo el barro de la superficie, seca el agua de la superficie, luego vierte el jengibre en vino blanco y remoja. Para que pueda conservarse durante mucho tiempo, no tienes que preocuparte de que se seque o se rompa. Cuando remojes jengibre en vino blanco, asegúrate de sellarlo bien. Cuando necesites usar jengibre, quita el sello y saca un trozo de jengibre.