¿Los humanos realmente comparten el 50% de su ADN con los plátanos?
No el 50%, el mismo gen del plátano sólo supone el 1% de nuestros genes. El dicho popular es que el ADN es similar entre un 50% y un 60%, pero lo que realmente se estudia es la similitud de los productos genéticos, y existe una diferencia entre ambos. Si los científicos compararan las secuencias genéticas del banano con los genes humanos, encontrarían una completa discrepancia. El 50% de nuestros genes provienen de nuestra madre y el 50% de nuestro padre. Compartimos el 50% de nuestros genes con los plátanos, pero como se mencionó, solo el 2% de nuestros genes son genes, por lo que los genes que son idénticos a los plátanos solo constituyen el 1% de nuestros genes.
Dado que los genes sólo representan el 2% del ADN, ¿cuál es el 98% restante? El 8% de ellos se encargan de regular los genes, decidiendo si un gen se activa o desactiva; las funciones del 90% restante son desconocidas o desaparecen gradualmente durante el proceso de evolución. Estos fragmentos de ADN con funciones desconocidas alguna vez fueron llamados ADN basura porque los científicos pensaban que no servían para ningún propósito. Sin embargo, este término resulta inadecuado porque en los últimos años los científicos se han dado cuenta cada vez más de que estos fragmentos también tienen determinadas funciones.
El ADN humano no sólo es muy parecido al del plátano, sino también al de otras especies. Por ejemplo, nuestro genoma es un 85% similar al del ratón y un 61% similar al genoma de la mosca de la fruta. Lo más sorprendente es que, aunque los humanos y otras especies están muy alejadas en la línea de tiempo evolutiva, todos podemos encontrar las mismas marcas en nuestros genomas dejadas por los mismos ancestros. Hace miles de millones de años, los genomas biológicos contenían genes que permitían a las células sobrevivir y replicarse. Estos genes se transmitían de generación en generación y se conservaban en los genomas de humanos y plantas.
No solo los plátanos, podemos tener un 1% de similitud en el ADN con otras frutas. Debido a que toda la vida en la Tierra evolucionó a partir de una sola célula hace 1.600 millones de años, todos los seres vivos están, en cierto sentido, relacionados.