¿Sabes cómo conservar las verduras durante el invierno? ¿A qué debo prestar atención?
La ventilación adecuada antes de almacenar las verduras es muy importante; esto puede reducir la humedad en las verduras previamente almacenadas y formar una capa protectora flexible en el exterior de las verduras para evitar que se pudran después del almacenamiento. Las hortalizas tienen un alto contenido de humedad cuando se cosechan y son susceptibles a plagas y enfermedades durante el almacenamiento y el transporte. Antes del almacenamiento, se debe prestar atención a secar las verduras según su variedad y método de almacenamiento. Además, también es muy importante el enfriamiento previo antes del almacenamiento. El llamado preenfriamiento se refiere al enfriamiento rápido de las hortalizas hasta la temperatura necesaria para su almacenamiento después de la cosecha. Cuanto más baja sea la temperatura de los productos vegetales a la temperatura de almacenamiento especificada, mayor será su vida útil.
El repollo es una verdura que se conserva bien en invierno, cuando las temperaturas son lo suficientemente bajas. Las verduras son una parte esencial de tu dieta diaria y el repollo versátil será una excelente adición a tu cocina.
En general, las verduras no se deben lavar antes de guardarlas en el frigorífico porque un ambiente demasiado húmedo puede generar bacterias. Después de lavar las verduras en el refrigerador, es fácil aumentar la humedad en el refrigerador y crear las condiciones para que se multipliquen las bacterias. Además, hay una capa de cera en la superficie de las frutas y verduras que las protege de los microorganismos, y el lavado destruirá esta capa de cera, facilitando la invasión de bacterias. Durante el almacenamiento, la temperatura de la bodega no debe ser demasiado alta y la humedad debe ser adecuada. También hay que tener en cuenta que antes de guardarlos se deben cortar las cabezas de rábano, en lugar de las marcas de las hojas. Si la humedad es demasiado alta durante el almacenamiento, la germinación continuará a medida que aumente la temperatura de las células.
Lo mejor es utilizar una bolsa de plástico y meterla en una bolsa de película protectora o en una bolsa para alimentos. El cierre no debe quedar demasiado apretado y dejar cierto espacio para respirar. No meter las verduras directamente en el frigorífico. Es mejor no meter las verduras directamente en el frigorífico. En este momento, envuelva las verduras en toallas de papel limpias y póngalas en el frigorífico. Debido a que el papel absorberá parte del agua y no dejará que las verduras se remojen en agua húmeda, las verduras no se pudrirán fácilmente. No utilices bolsas de plástico. Envuelva las verduras directamente en bolsas de plástico y guárdelas en el frigorífico. Esto se debe a que las verduras pueden quedar atrapadas en las bolsas de plástico, provocando humedad a su alrededor.