Método de desinfección con esponja
Método de desinfección con esponja: lave la esponja, exprima el agua y caliéntela en el microondas durante 2 minutos, lo que puede matar eficazmente las bacterias.
La desinfección por microondas es un método de desinfección con esponja relativamente rápido y eficaz. La energía de microondas generada por el horno microondas puede aumentar rápidamente la temperatura dentro de la esponja para lograr un efecto de esterilización. Cuando utilice un microondas para esterilizar esponjas, asegúrese de prestar atención a lo siguiente.
En primer lugar, humedece ligeramente la esponja con agua limpia para evitar que se incendie durante el proceso de microondas. Coloca la esponja humedecida en un recipiente apto para microondas, ya sea de vidrio o cerámica, evita recipientes metálicos que puedan generar chispas.
Según los diferentes tamaños de esponja y la potencia del microondas, el tiempo de calentamiento específico puede oscilar entre 30 segundos y 2 minutos. Ajuste el tiempo según la situación real. Puede observar el recipiente y la esponja durante el proceso de calentamiento. Si encuentra olor, humo u otras anomalías, debe dejar de calentar inmediatamente y retirar la esponja. No sobrecaliente la esponja para evitar que se agriete o se incendie.
Usa la esponja correctamente
1. Reemplaza la esponja cada 1-2 semanas. Cuanto más la uses, más bacterias se acumularán en tu esponja. Si usas tu esponja de cocina todos los días, intenta cambiarla cada semana; si la usas con poca frecuencia, intenta cambiarla cada dos semanas; Si la esponja comienza a oler o cambiar de color, deséchela y reemplácela inmediatamente.
2. Coloca la esponja en un plato para que se seque entre usos, enjuaga bien y exprime la esponja para eliminar el exceso de agua. Luego, déjala descubierta en el borde de una bandeja o fregadero para que la esponja se seque por completo entre usos. El moho y las bacterias pueden multiplicarse rápidamente en esponjas húmedas, especialmente en ambientes cálidos y húmedos.
3.Evitar el uso de esponjas sobre superficies que hayan estado en contacto con carne cruda. En lugar de utilizar una esponja, utiliza otro material para limpiar los jugos crudos de la carne. Elija un trapo, una toalla o una toalla de papel para limpiar las tablas de cortar y las encimeras. Las esponjas tienen espacios donde las bacterias pueden crecer fácilmente, mientras que los paños y trapos son menos absorbentes.